Construir sin planos: el reto de las infraestructuras de Yorktown

El desarrollo y las infraestructuras deben avanzar como los remos de un bote de remos: tirando al unísono para avanzar con eficiencia. Sin embargo, en Yorktown estamos observando un patrón preocupante en el que el desarrollo va por delante de las infraestructuras, lo que nos está desviando del rumbo.

A medida que avanzan los proyectos de viviendas de alta densidad en nuestra ciudad, observamos una preocupante desconexión entre el crecimiento y los servicios básicos que lo sustentan. Cuando aprobamos proyectos urbanísticos antes de confirmar la capacidad de las infraestructuras, nos quedamos con proyectos inadecuados, proyectos que pueden parecer viables sobre el papel, pero que en realidad no pueden cumplir lo prometido. No se trata solo de una cuestión de comodidad, sino de seguridad pública, calidad de vida y planificación responsable.

Servicios de seguridad al límite

Nuestros cuerpos de bomberos y ambulancias voluntarios han prestado un servicio admirable a Yorktown durante décadas, pero ¿hemos realizado una evaluación exhaustiva del impacto que tendrán los múltiples proyectos urbanísticos de alta densidad en su capacidad? Estos voluntarios dedicados ya responden a las emergencias en toda nuestra comunidad en crecimiento. Añadir cientos de nuevos residentes sin garantizar una capacidad de respuesta adecuada ante emergencias pone en peligro a todo el mundo.

Los servicios voluntarios funcionan cuando el volumen de llamadas es predecible y manejable. Pero el rápido crecimiento residencial sin la correspondiente inversión en infraestructura, incluida la capacidad, el equipo y la formación, crea peligrosas lagunas en nuestra red de seguridad.

Transporte: el carro delante del caballo

El desarrollo de Underhill Farms es un ejemplo de este enfoque retrógrado. Se está construyendo una densa urbanización antes de que se hayan realizado las mejoras viarias necesarias para hacer frente al aumento del tráfico. Los residentes de estas nuevas viviendas se mudarán mientras aún no se han iniciado las obras necesarias para resolver los problemas de tráfico, y todavía se están debatiendo los cambios.

Esto crea problemas inmediatos tanto para los nuevos residentes como para los vecinos actuales: desplazamientos más largos, problemas de seguridad y conductores frustrados que circulan por carreteras inadecuadas.

El espejismo del alcantarillado

Quizás lo más preocupante sea la situación de Navajo Fields, donde se están utilizando las promesas de infraestructura de alcantarillado para justificar el desarrollo antes de obtener las aprobaciones necesarias. Se ha pedido al Ayuntamiento que vote la inclusión de este proyecto en el distrito superpuesto —lo que supone, en esencia, cambiar las normas de zonificación para este desarrollo específico— antes de que el condado haya determinado si las alcantarillas prometidas pueden siquiera construirse.

Las decisiones del condado sobre el alcantarillado deben tener en cuenta el impacto acumulativo en varios municipios, incluidas las presiones urbanísticas en Somers, Cortlandt y Peekskill. Yorktown no puede tomar decisiones sobre el uso del suelo basándose en infraestructuras que pueden no llegar a materializarse nunca.

Un patrón de mala planificación

Estos ejemplos revelan un patrón preocupante: se están tomando decisiones de desarrollo antes de que se haya asegurado la infraestructura necesaria para respaldarlas. Es como instalar tuberías después de haber levantado las paredes: técnicamente posible, pero innecesariamente disruptivo y costoso para todos los involucrados.

El crecimiento responsable requiere coordinación. El desarrollo y la infraestructura deben avanzar juntos, cada uno facilitando al otro en un proceso cuidadosamente coreografiado que proteja tanto a los residentes actuales como a los recién llegados.

El camino a seguir

Yorktown necesita establecer unos criterios claros en materia de infraestructuras antes de aprobar proyectos de alta densidad. Esto significa:

  • Estudios exhaustivos sobre la capacidad de los servicios de emergencia antes de aprobar grandes proyectos residenciales.
  • Evaluaciones del impacto en el transporte con las mejoras necesarias completadas antes de la ocupación.
  • Compromisos firmes en materia de infraestructuras por parte de los organismos del condado y del estado antes de los cambios de zonificación.
  • Transparencia pública sobre los costes reales y el calendario de apoyo al desarrollo.

El crecimiento no es intrínsecamente malo, pero el crecimiento no planificado es irresponsable. Nuestros residentes merecen un desarrollo que mejore nuestra comunidad en lugar de sobrecargarla.

La pregunta que se nos plantea es sencilla: ¿seguiremos dejando que el desarrollo vaya por delante y la infraestructura le siga sin aliento, o insistiremos en que avancen juntos, como verdaderos socios en la construcción del futuro de Yorktown?

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